Esoes lo que hacen los impíos. Pero nosotros somos llamados a hacer más que ellos porque somos una nueva criatura. Porque Cristo vino a cumplir su ley en nosotros. Porque somos distintos del mundo en ser y en actitudes. 3. Porque debemos ser perfectos. V. 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los Lacita dice: “Tú mismo siempre serás el peor enemigo que podrás encontrar; tú mismo te esperas en cuevas y bosques”. Esta idea ha permanecido mucho en nuestra sociedad porque parece que es realmente cierta. En muchas ocasiones nos comportamos como personas inseguras y nos tratamos con cierto desprecio que nos Nostransformamos en la persona que Dios dice que somos cuando hacemos de Jesucristo el objetivo de nuestras vidas: "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor" (2 Corintios 3:18; ver también Romanos 8:29;
1Juan 1:8-10 RVR1960. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Debemosarrepentirnos de nuestros pecados todas las semanas y renovar nuestros convenios tomando la Santa Cena con manos limpias y corazón puro, como se nos manda (véase D. y C. 59:8–9, 12). Sólo de esa manera se cumplirá la divina promesa de que siempre podamos “tener su Espíritu” con nosotros (véase D. y C. 20:77).
Solomenospreciando nuestras vidas, seremos vencedores (Ap. 12:11). A veces culpamos a Satanás de nuestros propios errores, y le atribuimos los sufrimientos
Todosmis amigos de confianza, esperando mi caída, dicen: Tal vez será persuadido, prevaleceremos contra él y tomaremos de él nuestra venganza. Miqueas 7:6 Porque el hijo trata con desdén al padre, la hija se levanta contra la madre, y la nuera contra su suegra; los enemigos del hombre son los de su propia casa. Juan 13:8

Mateo10:36-38 TLA. El peor enemigo de ustedes lo tendrán en su propia familia. »Si ustedes prefieren a su padre o a su madre más que a mí, o si prefieren a sus hijos o a sus hijas más que a mí, no merecen ser míos.

Pablodice en Gal. 5:17 que “el deseo de la carne (refiriéndose aquí al pecado que mora en nosotros) es contra el Espíritu”. Y en Rom. 8:7 dice que “los designios de la carne (los pensamientos, los planes y deseos de la carne) son enemistad contra Dios”. Si queremos ser llenados por el Espíritu, debemos evitar que nos controlen 4Gkv0Y4.
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